martes, 25 de marzo de 2014

Presente y futuro del barrio de Barracas. Un Modelo de Negocios


 Actualmente, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fomenta —a través de diversas iniciativas— el desarrollo económico del barrio de Barracas. Los planes[i] presentados públicamente explican en forma detallada los potenciales económicos a desarrollar basándose en la amplia oferta de recursos existentes, como la baja densidad poblacional, las grandes superficies disponibles, la buena accesibilidad y la posibilidad de asentamientos de pequeñas industrias. Estos planes, sin embargo, no incluyen la vivienda dentro de sus prioridades.
Para Alexander Osterwalder[ii] Modelo de Negocios es “la lógica que subyace en el sustento económico de las corporaciones, es decir, la lógica que sigue una empresa para obtener ganancias”, en este caso, la hipótesis de trabajo plantea que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires planifica el crecimiento del Barracas de la misma forma que una empresa planifica sus acciones para obtener el mayor beneficio económico.
Contexto histórico
Desde la modificación del código de planeamiento en el año 1977 —que restringió el uso industrial transformándolo en residencial o de equipamiento— existió en Barracas una tensión entre los usos residenciales e industriales, tensión que cede actualmente ante la nueva propuesta de desarrollo para el área, que pretende posicionarla como nuevo centro de servicios tanto a nivel local como regional.
La evolución demográfica de la Ciudad de Buenos Aires está estancada[iii], su pirámide poblacional se identifica claramente con el modelo regresivo, a pesar de ello, desde el año 2001 a la fecha se han construido en la Ciudad más de treinta y dos millones de metros cuadrados dedicados mayoritariamente a ampliar la superficie de los sectores administrativos, financieros y de servicios; en Barracas esta relación fue de 2,5 a 1 a favor de los sectores de servicio[iv]. Puede observarse entonces que la actividad económica y su medio físico crece en forma desigual con respecto al crecimiento de las áreas residenciales.
Hipótesis de Trabajo
El desarrollo del barrio así planteado, muestra un horizonte en el que se acentúa el déficit habitacional y se precariza el sistema de transporte —ya saturado por la creación de nuevas fuentes de trabajo y la ausencia de oferta habitacional— lo que inevitablemente implica recorrer grandes distancias cada día. Es así que un trabajador en la búsqueda de una oferta de vivienda acorde con sus ingresos llega a viajar seis horas —ida y vuelta— para cumplir con una jornada laboral de ocho horas[v].
En este contexto, la propuesta consiste en estudiar el impacto del desarrollo de Barracas en el marco impuesto por el Modelo de Negocios, que considera al barrio como una variable más en la búsqueda de obtener la máxima ganancia con la mínima inversión, esto es, un Estado que favorece el desarrollo de empresas que generan ingresos para la Ciudad —mediante exenciones impositivas y facilidades para su radicación— pero que no destina recursos para dar solución a la problemática habitacional de los trabajadores que le prestan servicios, ya que —en su mayoría— provienen de otras jurisdicciones[vi] o de asentamientos precarios como la villa 21 o la Agustín Magaldi.



[i] Centro Cívico, Distrito Tecnológico, Distrito de las Artes, Distrito del Diseño.
[ii] Alexander OsterwalderYves PigneurTimothy Clark (2012), Bussines Model for you, New York, NY, p.26.
[iii] Dirección General de Estadística y Censo, GCABA (2011) Anuario estadístico.
[iv] Centro de Estudios para el Desarrollo Económico de Buenos Aires,  Dirección General de Estadística y Censo GCABA. (2010), Cuaderno de trabajo Nº10.
[v] Trabajo de campo, obra Centro Metropolitano de Diseño, CABA, 2010.
[vi] Según datos de la Dirección General de Tránsito y Tansporte, CABA, (2010)  por día ingresan a la Ciudad dos millones seiscientas mil personas.

Trabajo realizado durante la cursada de la Maestría en Planificación Urbana y Regional (PROPUR) FADU-UBA 2013.

jueves, 6 de marzo de 2014

Publicidad discriminatoria del Banco Ciudad de Buenos Aires



Como cliente del banco ciudad recibo periódicamente correspondencia publicitaria, ya sea dentro del resumen mensual o publicidad pura.

En este caso en particular creo que en la búsqueda de identificar al posible cliente con una línea de crédito se les fue la mano ideando una campaña agresiva y discriminatoria. Para mi sorpresa nadie parece haberlo notado, tampoco el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).

Meses atrás otra campaña publicitaria del mismo banco generó amplio rechazo por representar al barrio Villa Ortuzar http://www.noticiasurbanas.com.ar/noticias/ibarra-y-naddeo-no-quieren-catsuits/ mostrando a una mujer desnuda, pero al parecer aquí no pasó lo mismo.

La campaña en cuestión es la de la línea de crédito para la primera vivienda, me había llamado la atención una primera foto, en la que ya no aparecen los modelos rubios y de ojos claros que usan para el común de sus publicidades, sino que en su lugar se ve a  una pareja joven, alegre, castaños y de tez blanca.



Decididos a profundizar la campaña aparece una segunda imagen, una foto mal sacada —la foto original fue espejada para que la familia se lea de izquierda a derecha con el hombre en primer lugar— sin maquillaje, con un aire más informal y ligeramente desalineados, aparecen dos niños para ayudar a completar la idea de familia tipo.


Pero esto no fue todo, los publicistas redoblaron la apuesta, se ve que no habían logrado llegar al público al que apuntaban y ahora la campaña dice vos "también" podés tener tu propia casa. 


Queda claro que la palabra "también" tiene un alto contenido discriminatorio que cobra relevancia mayor si comparamos las diferentes fotos. Ya no es una joven familia sin hijos con una expresión sonriente sino un grupo familiar más amplio (en su mirada siempre los pobres tienen muchos hijos), con un padre y una madre preocupados y en un ambiente cerrado con un colchón contra la pared, un entrepiso de madera que busca ampliar la superficie del cuarto y una lamparita colgando de unos cables tendidos "irresponsablemente" y con una vestimenta acorde al cuadro general de la situación ideado por el publicista. 
La edad de los niños no es un dato menor, esa familia es pobre desde hace años, su color de piel así lo determina.

Por todo esto es que la campaña me parece ofensiva y discriminatoria, y más aún si miramos las otra campañas publicitarias del banco en donde, por supuesto, el empresario es un tipo cool de ojos celestes que mira con total honestidad a la cámara.


La chica rubia es la que está feliz por poder gastar mucho dinero aprovechando el ahorro del 30%


O simplemente te relajás en un parque —bien vestida y bien peinada—  mientrás pensás en los 22.800 Euros que te van a prestar para ir a estudiar al exterior.