Actualmente, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
fomenta —a través de diversas iniciativas— el desarrollo económico del barrio
de Barracas. Los planes[i]
presentados públicamente explican en forma detallada los potenciales económicos
a desarrollar basándose en la amplia oferta de recursos existentes, como la
baja densidad poblacional, las grandes superficies disponibles, la buena
accesibilidad y la posibilidad de asentamientos de pequeñas industrias. Estos
planes, sin embargo, no incluyen la vivienda dentro de sus prioridades.
Para Alexander Osterwalder[ii] Modelo de Negocios es “la lógica que subyace en el
sustento económico de las corporaciones, es decir, la lógica que sigue una empresa
para obtener ganancias”, en este caso, la hipótesis de trabajo plantea que el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires planifica el crecimiento del Barracas de
la misma forma que una empresa planifica sus acciones para obtener el mayor
beneficio económico.
Contexto
histórico
Desde la modificación del código de planeamiento en el
año 1977 —que restringió el uso industrial transformándolo en residencial o de
equipamiento— existió en Barracas una tensión entre los usos residenciales e
industriales, tensión que cede actualmente ante la nueva propuesta de
desarrollo para el área, que pretende posicionarla como nuevo centro de
servicios tanto a nivel local como regional.
La evolución demográfica de la Ciudad de Buenos Aires está
estancada[iii],
su pirámide poblacional se identifica claramente con el modelo regresivo, a
pesar de ello, desde el año 2001 a la fecha se han construido en la Ciudad más
de treinta y dos millones de metros cuadrados dedicados mayoritariamente a
ampliar la superficie de los sectores administrativos, financieros y de
servicios; en Barracas esta relación fue de 2,5 a 1 a favor de los sectores de
servicio[iv].
Puede observarse entonces que la actividad económica y su medio físico crece en
forma desigual con respecto al crecimiento de las áreas residenciales.
Hipótesis
de Trabajo
El desarrollo del barrio así planteado, muestra un
horizonte en el que se acentúa el déficit habitacional y se precariza el
sistema de transporte —ya saturado por la creación de nuevas fuentes de trabajo
y la ausencia de oferta habitacional— lo que inevitablemente implica recorrer
grandes distancias cada día. Es así que un trabajador en la búsqueda de una
oferta de vivienda acorde con sus ingresos llega a viajar seis horas —ida y
vuelta— para cumplir con una jornada laboral de ocho horas[v].
En este contexto, la propuesta consiste en estudiar el
impacto del desarrollo de Barracas en el marco impuesto por el Modelo de Negocios,
que considera al barrio como una variable más en la búsqueda de obtener la
máxima ganancia con la mínima inversión, esto es, un Estado que favorece el
desarrollo de empresas que generan ingresos para la Ciudad —mediante exenciones
impositivas y facilidades para su radicación— pero que no destina recursos para
dar solución a la problemática habitacional de los trabajadores que le prestan servicios,
ya que —en su mayoría— provienen de otras jurisdicciones[vi] o
de asentamientos precarios como la villa 21 o la Agustín Magaldi.
[i] Centro
Cívico, Distrito Tecnológico, Distrito de las Artes, Distrito del Diseño.
[ii] Alexander Osterwalder, Yves Pigneur, Timothy Clark (2012), Bussines Model for you, New York, NY, p.26.
[iv]
Centro de Estudios para el Desarrollo Económico de Buenos Aires, Dirección General de Estadística y Censo
GCABA. (2010), Cuaderno de trabajo Nº10.
[v] Trabajo
de campo, obra Centro Metropolitano de Diseño, CABA,
2010.
[vi]
Según datos de la Dirección General de Tránsito y Tansporte, CABA,
(2010) por día ingresan a la Ciudad dos
millones seiscientas mil personas.
Trabajo realizado durante la cursada de la Maestría en Planificación Urbana y Regional (PROPUR) FADU-UBA 2013.









